A la cárcel un sospechoso de amarrar y asfixiar a su pareja
CRIMEN . Un sujeto de 28 años fue enviado preventivamente a la cárcel por ser el principal sospechoso de haber amarrado y estrangulado a su pareja de 24 años en su propio domicilio. El feminicidio ocurrió el 3 de marzo, pero el cadáver fue encontrado cinco días después.
Un juez ordenó la detención preventiva de Cosme M., de 28 años, acusado de haber amarrado y matado mediante asfixia con sus propias manos a su enamorada Justina C., de 24 años.
El macabro crimen ocurrió el 3 de marzo en la zona sur de Cochabamba, pero el cadáver recién fue hallado el viernes 8 de marzo, Día de la Mujer.
De acuerdo con las investigaciones del caso y la autopsia realizada a la víctima, Justina C. fue atapa de pies y manos, desnudada y luego estrangulada en la habitación que alquilaba.
Fue vista por última vez con su enamorado Cosme M. el domingo 3 de marzo, sin embargo, él asegura que la dejó con vida en su habitación.
El abogado de Cosme M. asegura que su cliente es inocente, por eso descartó someterse a un procedimiento abreviado. Ante esto la justicia se inclinó por la detención preventiva en la cárcel de El Abra, sin plazo en tanto se desarrolla la investigación del caso.
Afuera del Tribunal Departamental de Justicia, jóvenes Justicieras exigían justicia con gritos y pancartas, mientras la audiencia se desarrollaba dentro del edificio.
El abogado del Observatorio de Justicia, Marcelo Sánchez, informó que la detención preventiva se basó en los incisos 1, 4 y 7 del artículo 234 y 1 del artículo 235 del Código de Procedimiento Penal.
Como el cuerpo de Justina ya estaba en estado de descomposición, no hubo velorio y fue directamente enterrada en un cementerio el sábado.
Los padres de la joven, dos personas de la tercera edad, llegaron desde Tacopaya, aún en shock por la trágica noticia del feminicidio de su hija.
Caminaron lo más cerca que pudieron del ataúd de madera de Justina, sin dejar de llorar y de lamentar el día en que ella decidió venir a la ciudad en busca de trabajo y de mejores oportunidades. La joven ayudaba económicamente a sus padres. Justina tenía siete hermanos más: cuatro mujeres y tres varones que estaban muy consternados por no haber podido protegerla. El hermano menor, de 18 años, llegó del cuartel para despedir a Justina. Es la tercera víctima de feminicidio en lo que va del año en Cochabamba.