El paso del ciclón Gabrielle en la Isla Norte de Nueva Zelanda dejó al menos cuatro muertos, entre ellos un niño, y más de 10.500 personas desplazadas, según los datos divulgados ayer por las autoridades, que siguen con el rescate y las ayudas a la población afectada por el desastre.
La Policía de Nueva Zelanda informó en un comunicado que el cuerpo de un menor, cuya edad se desconoce, fue hallado este miércoles en la bahía Hawke, situada en la costa este de la Isla Norte y la más afectada, con lo que se elevó de tres a cuatro la cifra de fallecidos en el desastre, entre los que figura además un bombero voluntario. “El dolor de sus familias y de los seres queridos que han fallecido será inimaginable”, lamentó el primer ministro neozelandés, Chris Hipkins, en una rueda de prensa en Wellington al remarcar que la devastación dejada por Gabrielle, que ha desplazado a por lo menos 10.500 personas, “va más allá de los bienes y los medios de subsistencia”.