
En la XXII Cumbre de la ALBA-TCP, el presidente Luis Arce alertó que la democracia boliviana “continúa en riesgo” por el accionar de grupos que generan violencia, odio y confrontación como una nueva forma de golpe de Estado con el objetivo de acortar el mandato constitucional.
Arce hizo alusión a los conflictos que enfrenta su Gobierno de manera constante, como el paro de 36 días convocado por el gobernador Fernando Camacho y el cívico Rómulo Calvo, que estuvo caracterizado, precisamente, por la violencia, el racismo, la discriminación y la quema y saqueo de sedes sociales. “La democracia boliviana, que recuperamos gracias a la unidad, lucha y conciencia del pueblo en 2020, continúa en riesgo, pues hay grupos que no respetan el voto del pueblo y que pretenden acortar mi mandato. De manera permanente buscan lograr con violencia, odios, confrontación entre hermanos y nuevas formas de golpes de Estado, lo que no consiguen en las urnas”, denunció.