
El gobierno de Argentina alista un paquete de medidas para reactivar la economía que, por la pandemia, quedó severamente afectada el anterior año, la cual es considerada como la peor crisis de ese país a lo largo de su historia ocasionando que más de la mitad de su población quede bajo la línea de la pobreza.
Prohibir el retiro de trabajadores
Con el empleo cayendo en todas partes del mundo a causa del coronavirus y las cuarentenas, el gobierno argentino tomó una inusual medida en marzo de 2020, cuando la pandemia era incipiente, para evitar que lo mismo ocurra en Argentina: prohibió los despidos.
AUMENTO DE LOS ARANCELES A LA EXPORTACIÓN
Para sacar provecho de esta bonanza, Fernández aumentó los impuestos sobre las exportaciones agrícolas.
A días de asumir, eliminó por decreto algunos topes impositivos impuestos por su antecesor, Mauricio Macri, y volvió a subir los aranceles sobre el trigo y el maíz a 12%.
IMPUESTO A LOS RICOS
Otro motivo de malestar de los productores agrarios con el gobierno es la llamada Ley de Aporte Solidario y Extraordinario, más conocido como el impuesto extraordinario a la riqueza.
Se trata de un gravamen propuesto por el Ejecutivo, y aprobado por ley en enero pasado, que tasa los patrimonios superiores a los 200 millones de pesos (unos US$2 millones).
NEGOCIACIÓN DE LA DEUDA
Más allá del manejo de la economía, una de las claves que necesitará Argentina para salir de la crisis es lograr un acuerdo con su principal acreedor, el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En 2018 el organismo le otorgó al entonces presidente Mauricio Macri el mayor préstamo de su historia: US$57.000 millones.
Argentina llegó a recibir US$44.000 millones antes de que el gobierno pasara a manos de Fernández, quien desistió de recibir el resto del préstamo.