Asocian la caída del cabello a infectados con covid-19

TIEMPO. La caída del cabello causada por el coronavirus suele ser temporal.

La estudiante universitaria Janaina Correa, de 24 años, contrajo coronavirus en Macapá, en el norte de Brasil, en abril de 2020, cuando la enfermedad empezaba. Pasó dos semanas con fiebre, náuseas y dificultad para respirar. Pero la enfermedad no se quedó en estos síntomas.

Además de la persistente falta de aire y la fatiga, comenzó a notar que se le estaba cayendo mucho cabello. La situación empeoró cuando ella, que ya había perdido a dos tíos por culpa de la covid-19, vio a su madre internada en una unidad de cuidados intensivos (UCI), también a causa de la enfermedad.

“Me mató porque solo escuchamos de alguien que está en la UCI una vez al día. Y tienes que esperar 24 horas para saber cómo está tu madre. Dentro del hospital comencé a darme cuenta de que se me caía mucho el cabello, porque donde estuviera o me apoyara, veía caer el cabello. Siempre había tenido mucho cabello, pero se volvió aterrador”, cuenta.

Su madre logró recuperarse, pero también comenzó a experimentar una pérdida de cabello severa después de la infección. Varios de sus conocidos reportaron el mismo síntoma. Hoy, casi un año después de su infección, el cabello de Janaina ha recuperado su volumen.

SÍNTOMAS DE COVID-19 PROLONGADA

Estos casos ilustran un síntoma asociado que se estima que aparece en el 25% de los pacientes de covid-19 persistente (o prolongada), que es una condición de salud que dura semanas o meses después del inicio de la infección, y no necesariamente se manifiesta con los mismos síntomas que han afectado antes a la persona.

Hay decenas de síntomas, como cansancio extremo, problemas de memoria, dolor en las articulaciones y erupciones cutáneas.

Según investigadores de universidades de Estados Unidos, México y Suecia, que analizaron decenas de estudios sobre el tema con 48.000 pacientes en total, los cinco síntomas más comunes de la covid-19 prolongada son fatiga (58%), dolor de cabeza (44%), dificultad para la atención (27%), caída del cabello (25%) y dificultad para respirar (24%).

Hay al menos siete estudios académicos que abordan el vínculo entre esta pérdida de cabello severa y la covid-19, pero las causas, la duración y los tratamientos aún no están claros.

TIPOS DE PÉRDIDA DEL CABELLO

Se estima que la covid-19 prolongada está asociada con dos formas de pérdida de cabello severa ya conocidas por la medicina: efluvio telógeno y alopecia areata.

Según Paulo Criado, coordinador del Departamento de Medicina Interna de la Sociedad Brasileña de Dermatología, los problemas emocionales y las enfermedades infecciosas o autoinmunes pueden provocar caída del cabello de varios tipos.

El más común es una caída difusa en todo el cuero cabelludo, que se denomina efluvio telógeno.

También hay pacientes con predisposición genética o enfermedades autoinmunes, por ejemplo, que pueden presentar caída en forma de círculos, condición conocida como alopecia areata.

En entrevista con BBC News Brasil, Criado explica que es común experimentar una caída severa del cabello meses después de enfermedades infecciosas más graves, como dengue, chikungunya o zika, así como después de episodios de estrés, pérdida de peso y parto.

“Lo que ahora se cree es que el coronavirus es parte de este grupo de enfermedades que pueden estar vinculadas a la fuerte caída capilar”, dice.

En general, los pacientes con pérdida de cabello informan que las hebras comienzan a desprenderse en un volumen mucho mayor de lo normal alrededor de dos o tres meses después de la infección. Y meses después se recupera espontáneamente, sin tratamiento.

HIPÓTESIS DE LA PÉRDIDA DE CABELLO

En un estudio realizado por investigadores de la Wayne State University y el Henry Ford Hospital, ambos en Detroit (EE.UU.), con 552 pacientes infectados por coronavirus entre febrero y septiembre de 2020, se diagnosticaron a 10 pacientes con efluvio telógeno asociado a la covid-19, 9 de los cuales eran mujeres y de una edad media de 49 años.

En el estudio, los investigadores plantearon las posibles causas de la pérdida grave de cabello, como factores psicosociales y estrés psicológico. También sugirieron otras hipótesis de los mecanismos detrás del problema, como la infección multisistémica.

Según una de estas hipótesis, un proceso de coagulación en el organismo como respuesta a la infección por covid-19, puede conducir a la formación de microtrombos (pequeños coágulos) que pueden bloquear el suministro de sangre a los folículos pilosos.

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