BOLIVIA DE LA BONANZA A LA CRISIS:

La riqueza del gas desaprovechada por mala administración

INFORME.- El economista y diputado José Luis Porcel de Comunidad Ciudadana considera que Bolivia pasó de la bonanza por los altos precios del gas de exportación a la actual crisis energética.

La situación actual de Bolivia refleja las consecuencias de una mala administración que no supo aprovechar los tiempos de bonanza económica. Durante años, el país vivió una época dorada, con ingresos significativos provenientes de la exportación de gas y otros recursos naturales, señala el informe del diputado José Luis Porcel.

Señala que, en lugar de utilizar estos recursos para un desarrollo sostenible, el gobierno los destinó a financiar proyectos faraónicos que, lejos de resolver las necesidades reales de la población, solo engrosaron las cuentas de unos pocos.

DE LA LLOVIZNA A LA TORMENTA: LOS RECURSOS QUE NO SE SUPIERON ADMINISTRAR

Bolivia fue testigo de una «llovizna» de dólares que pronto se convirtió en una tormenta torrencial de divisas. Estos ingresos representaron una oportunidad única para transformar el país, pero la oportunidad se perdió. En lugar de diversificar la economía y asegurar un futuro sostenible, los recursos se despilfarraron en obras de gran envergadura con beneficios limitados para la población en general. Hoy, esas decisiones han desembocado en una sequía de divisas que afecta a cada hogar boliviano.

LA CRISIS QUE GOLPEA A LOS HOGARES BOLIVIANOS

Porcel asegura que las familias bolivianas sienten el peso de una crisis que no es pasajera; es estructural, profunda y empeora cada día. La economía, que dependía en gran medida de la extracción de recursos naturales, especialmente el gas, ha comenzado a desmoronarse. Este recurso, alguna vez considerado infinito, fue explotado sin contemplar su sostenibilidad. Ahora, con pozos en declive y reservas que se agotan, Bolivia enfrenta la paradoja de ser un país productor de gas que ya no puede cumplir con sus compromisos internacionales.

EL MODELO ECONÓMICO FRACASÓ

Para el parlamentario el modelo económico de Bolivia, basado en la extracción indiscriminada de recursos, está colapsando. En lugar de diversificar la economía y fortalecer otros sectores productivos, se aferró a un recurso que, hoy, está casi agotado. La metáfora de la «vaca lechera» describe perfectamente la situación: un recurso robusto y generoso que fue explotado hasta el agotamiento sin recibir el cuidado necesario. Hoy, esa vaca está raquítica, exhausta, casi seca, y los bolivianos están pagando el precio de esta negligencia.

UN FUTURO DE INCERTIDUMBRE

Finalmente señala que el futuro de Bolivia es incierto. La falta de diversificación económica y la dependencia excesiva de recursos naturales agotables han dejado al país en una situación crítica. Las lecciones del pasado no deben ignorarse, y es imperativo que se tomen medidas urgentes para evitar que la crisis se profundice aún más. La historia reciente de Bolivia es un recordatorio de lo que sucede cuando se desaprovechan las oportunidades de oro y se anteponen los intereses de unos pocos al bienestar de toda una nación.