Bolivia debe buscar soluciones estructurales al tema carburantes

El gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior, Gary Rodríguez, señaló que para el Estado es una carga financiera significativa garantizar el abastecimiento de combustibles comprando caro y vendiendo barato debido a la subvención. Señaló que la subvención el año pasado ascendió a 1.700 millones de dólares, y aunque este año se redujo a 1.500 millones, aún representa un desafío considerable. Además, mencionó el gasto extraordinario en divisas, particularmente en la importación de diésel y gasolina.

La sostenibilidad de esta situación se relaciona con la necesidad de contar con suficientes dólares para adquirir combustibles en el extranjero y la capacidad financiera del gobierno para mantener las subvenciones internas. Rodríguez destacó que el 50% del déficit fiscal del año pasado se atribuye a este esfuerzo de comprar caro y vender barato, con el objetivo de mantener salarios competitivos y prevenir la inflación.

SE DEBE MODIFICAR LA LEY DE HIDROCARBUROS E IMPULSAR LOS BIOCOMBUSTIBLES

En cuanto a soluciones estructurales, Rodríguez señaló que se debe modificar la ley de hidrocarburos para atraer inversiones extranjeras al sector. Sin embargo, lamentó la falta de avances en este aspecto.

A corto plazo, hay cierto avance en la sustitución de gasolina por etanol a base de caña de azúcar, mediante un acuerdo entre el Ministerio de Hidrocarburos y Energías y el sector cañero. Señaló que se debe seguir el mismo camino en el tema del diésel para reducir las importaciones. Se deben implementar los proyectos que ha anunciado el Gobierno, lo que permitiría aliviar la dependencia de las importaciones y contribuir a una solución más sostenible a largo plazo.

Finalmente, Rodríguez reconoce los esfuerzos del Gobierno pero enfatiza que se necesitan medidas más amplias y colaborativas para abordar la situación.