Bolivia en tercer lugar de la inflación sudamericana 2024

INFLACIÓN El presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Luis Fernando Romero Torrejón, asegura que la economía boliviana es la más inflacionaria después de Argentina y Venezuela

Un análisis del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de los países de Sudamérica al mes de septiembre de 2024 muestra que Bolivia ocupa el tercer lugar en inflación, solo superado por Argentina y Venezuela, asegura el presidente del Colegio de Economistas de Tarija Fernando Romero.

Según datos recopilados de bancos centrales e institutos nacionales de estadística, Argentina sigue siendo el país con mayor inflación de la región, con una inflación mensual del 3,5%, una acumulada de 101,6% y una anual de 209%. Venezuela se sitúa en segundo lugar, con una inflación mensual de 0,8%, acumulada de 12,1% y una anual de 25,8%.

Romero aclara que Bolivia ha escalado posiciones, registrando una inflación mensual de 0,88%, lo que lo coloca en el segundo lugar en este aspecto. En cuanto a la inflación acumulada, Bolivia se ubica en el tercer puesto con un 5,53%, mientras que su inflación anual o interanual, de septiembre 2023 a septiembre 2024, alcanzó el 6,20%.

LA REALIDAD DEL COSTO DE VIDA EN BOLIVIA

El costo de vida en Bolivia ha superado a muchos países de la región. Aunque se ha argumentado que la inflación importada tiene un impacto mínimo, lo que realmente está afectando es la depreciación de la moneda boliviana, asegura

Esta situación ha hecho que comprar productos en Bolivia sea atractivo para países vecinos como Perú, cuyo sol peruano se cotiza entre Bs. 2,50 y Bs. 3 por cada sol. Esta devaluación hace que los productos bolivianos resulten más baratos en el extranjero.

LA ESCASEZ DE DÓLARES: EL FACTOR CLAVE

Romero dice que al menos el 70% de la inflación de 2024 puede atribuirse a la falta de dólares y el alto precio de esta moneda en el mercado paralelo..

La devaluación de la moneda boliviana frente al dólar, que ha alcanzado un 60%, y la pérdida del poder adquisitivo de más del 40% en lo que va del año, son señales claras de un desequilibrio fiscal crónico. Las consecuencias se han hecho sentir en el comercio, las finanzas y la estabilidad económica general del país.

SOLUCIONES A CORTO PLAZO, PERO NO A LARGO PLAZO

Las medidas implementadas por el gobierno pueden reducir temporalmente la inflación, pero no ofrecen una solución a largo plazo. El ejemplo más claro es Argentina, que ha enfrentado una situación similar y ha adoptado medidas coyunturales que no han logrado frenar la espiral inflacionaria.

Para estabilizar la economía boliviana, es fundamental reconocer la verdadera causa de la inflación: la falta de divisas y el desequilibrio fiscal. Solo con acciones concretas y sostenibles se podrá controlar la inflación y evitar que el problema siga creciendo. De lo contrario, la situación podría deteriorarse aún más, generando mayor inestabilidad y presión sobre los precios, afectando especialmente a la población más vulnerable.