La rivalidad entre Cristiano Ronaldo y Lionel Messi alumbró el mapa mundial del fútbol en las últimas dos décadas a partir de sus personalidades opuestas, sumadas a su inmensa jerarquía en un campo de juego. Sin embargo, sus llegadas a Al Nassr e Inter Miami los separaron de la posibilidad de enfrentarse cotidianamente en los torneos europeos.
Así se observó en la derrota del equipo del Bicho contra Al Hilal por 2-0 en el Kingdom Arena, donde CR7 sufrió en carne propia al jugador número 12: el público. Los hinchas del elenco ganador, que se coronó campeón de la Riyadh Season, triangular del que también formaron parte las Garzas, disputaron un encuentro aparte con la máxima figura del Al Nassr, porque soltaban un cántico inconfundible desde las tribunas en cada intervención suya con la pelota: “Messi, Messi…”. En una oportunidad, Cristiano, ya cansado de las menciones al mejor jugador del mundo, levantó uno de sus brazos en dirección a los espectadores con un gesto indistinguible y, acto seguido, los agitó para que le siguieran cantando