Carlos III y Camila coronados  como los reyes del Reino Unido

POSESIÓN. A sus 74 años ha ostentado por primera vez la corona de San Eduardo. El monarca ha asumido el reinado junto a Camila. En una espectacular ceremonia en la Abadía de Westminster, como dicta una tradición de más de 1000 años.

Tras décadas cumpliendo su rol como príncipe de Gales, al hijo de Isabel II le llegó su turno. Quienes lo conocen en la intimidad aseguran que desde hace años soñaba con este momento. Mucho se especuló respecto a la abdicación de la reina en favor de su nieto Guillermo, aunque solo quedó en ello: rumores de palacio y deseos en voz alta de gran parte de los ciudadanos.

Carlos de Inglaterra lució  la corona de San Eduardo, la misma que llevo su madre hace 70 años atrás. Esta pieza tiene mucha relación con el rey. Se hizo expresamente para el anterior rey Carlos, Carlos II, en 1661 para reemplazar a la corona medieval del siglo XI, desaparecida tras la ejecución en 1649 de Carlos I. Pero el padre de William y Harry solo la usó durante la ceremonia.

La joya más preciada de los Windsor regresó a su cofre de cristal en la torre de Londres. En adelante el rey llevará la corona Imperial del Estado que es menos pesada.

TRIUNFO DE LA REINA CAMILA

Pocos británicos hubieran imaginado, hace apenas 20 años, que la mujer más odiada en el Reino Unido, la que se interpuso en aquel malogrado cuento de hadas que fue el matrimonio de Carlos de Inglaterra y Diana Spencer, acabaría recibiendo en su cabeza, ante el altar de la abadía, la misma corona que la reina María, la esposa de Jorge V, utilizó para su coronación.

ACOMPAÑATES EN EL BALCÓN DEL PALACIO

El rey Carlos y la reina Camila salieron al balcón del Palacio de Buckingham para saludar a la multitud que se agolpaba en el Mall.

Los reyes estuvieron acompañados en el balcón por otros miembros de la realeza, como los hermanos de Carlos, el príncipe Eduardo y su esposa Sofía, y la princesa Ana.

Guillermo y Catalina, los príncipes de Gales, también estuvieron presentes, junto con sus hijos Jorge, Carlota y Luis.

Sin embargo, el príncipe Harry no estuvo presente: parece que se separó de la familia después de la ceremonia. El príncipe Andrés tampoco está presente en el balcón.

La ceremonia tuvo lugar tras una larga y vasta procesión desde la Abadía en la que participaron 4.000 personas y 19 bandas militares.

El nuevo monarca incorporó al evento a los representantes de otras naciones y de otras realezas. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, junto a su esposa Brigitte; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden; o los reyes de España, Felipe VI y Letizia.

El colorido y la extravagancia, mezclados con la pasión que los habitantes de la tierra de Shakespeare imprimieron en sus trajes, fue un deleite. Sombreros, paraguas, coronas de varios tipos y tamaños, maquillaje, todo se justificaba para la fecha en que el príncipe más famoso de la tierra y la mujer de su vida, se convirtieron en rey y reina de los británicos.

Una lluvia incesante y protestas de los antimonárquicos obstaculizaron las calles de Londres. Pancartas, cánticos, carteles que rezaban “No eres nuestro rey” y una revuelta que dio como resultado 8 personas detenidas, opacaron por momentos el día más importante Carlos y su reina Camilla. Aunque ese malestar fue superado con el cariño y devoción de los que apoyan a su rey y defienden “a capa y espada” la continuidad de este sistema ancestral.

Fuente Agencias
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