Esta es la primera vez en la historia de Estados Unidos que el hijo de un presidente en actividad se enfrenta a un juicio que, en este caso, puede afectar a la campaña electoral del demócrata.
El juicio por posesión de armas contra Hunter Biden, hijo del actual presidente de Estados Unidos, arrancó ayer en un tribunal de Wilmington (Delaware) con la selección del jurado y con la presencia de la primera dama estadounidense, Jill Biden.
La esposa del presidente, que no es la madre biológica de Hunter Biden (hijo de la primera esposa del presidente, la fallecida Neilia Biden), llegó a la corte para apoyar al hijo del mandatario, que será juzgado por un delito que le podría llevar a la cárcel de ser hallado culpable.
El hijo de Biden está acusado de mentir en octubre de 2018 cuando no reconoció que consumía drogas en un formulario para comprar un revólver Colt Cobra de calibre 38, que luego guardó durante 11 días.
Los abogados de Hunter Biden solicitaron aplazar el juicio para tener tiempo de buscar más testigos y revisar las pruebas entregadas por los fiscales, pero la juez de distrito de Delaware Maryellen Noreika rechazó la petición.
Hunter Biden se declaró no culpable de los tres cargos que se le imputan por la compra y posesión ilegal de armas, delitos que conllevan una pena máxima de 25 años de cárcel, si bien las sentencias suelen ser menores para quienes carecen de antecedentes penales.