
Los familiares de la víctima de feminicidio, denunciaron a la Policía que, de manera sospechosa, se produjo un robo en la habitación del presunto feminicida de donde se habrían robado el disco de almacenamiento de la cámara de vigilancia que tendría imágenes ‘claves’ para demostrar que las agresiones físicas eran constantes incluso en plena vía pública.
En el lugar los presuntos antisociales violentaron el precinto policial que estaba en la puerta de la habitación que compartían Wilma Flores (víctima de feminicidio) y su agresor, Marcelino Martínez, donde estaba el DVR de las cámaras de vigilancia.
El hecho fue visto como un afán de obstruir la investigación ocultando evidencias de las constantes agresiones hacia la ahora víctima que deja dos niños huérfanos de madre. Policías llegaron hasta el cuarto anillo de la doble vía a La Guardia, donde está ubicado el inmueble donde se produjo el presunto robo.