Ronald Tejeda y Andrés Orellana, dos amigos chilenos y compañeros de trabajo, viajaron la semana pasada de vacaciones a Brasil con los anhelos más usuales para este tipo de travesías: relajarse, divertirse y conocer gente.
Llegaron el viernes 12 de mayo a Río de Janeiro, pero lo que prometía ser una experiencia placentera terminó de la manera más dramática, con uno de los jóvenes muerto y el otro internado, tras ser drogados, asaltados y botados en una zanja, según el relato de su familia.
La pesadilla de los jóvenes chilenos comenzó casi en el inicio de la travesía. Así, y luego de instalarse y recorrer algunos sitios tradicionales durante el viernes, los amigos concurrieron el sábado en la noche hasta a la zona de Lapa, para compartir y beber algunos tragos en el tradicional barrio bohemio de Río de Janeiro. Tras un primer recorrido, y al cabo de unas horas, ambos decidieron trasladarse a Copacabana en un vehículo de aplicación de transporte, pero fue en ese momento en que se les perdió la pista.