Economistas advierten sobre una inminente crisis energética
RESERVAS.- El presidente del Colegio de Economistas de Bolivia Jorge Akamine asegura que “La falta de inversión y las políticas de nacionalización han afectado el sector de hidrocarburos”
El presidente del Colegio de Economistas de Bolivia, Jorge Akamine, advirtió sobre una inminente crisis energética en el país, que atribuye principalmente a la falta de inversiones y las políticas de nacionalización implementadas en la industria de hidrocarburos. Según Akamine, esta situación afectará gravemente la economía boliviana en un futuro cercano.
FALTA DE NUEVAS RESERVAS Y DE INVERSIÓN
Akamine señaló que la nacionalización y las políticas actuales han dejado de lado la inversión necesaria para descubrir y explotar nuevos yacimientos de gas y petróleo. Según explicó, el proceso de descubrimiento de un pozo hasta su producción puede tomar varios años, y actualmente Bolivia no cuenta con un plan efectivo que garantice un suministro constante a largo plazo.
«Si encontráramos un nuevo pozo tomaría varios años más poder producirlo. Este retraso demuestra la falta de planificación y nos coloca en una situación de vulnerabilidad”, comentó.
Además, recordó que en 2017 se reportaron reservas probadas que, en palabras de una diputada que recientemente tuvo una reunión con el presidente de Chile, eran cifras infladas. “El hecho de que nuestras reservas sean menores de lo que se informó en su momento genera desconcierto y evidencia un manejo poco transparente en el sector”, puntualizó Akamine.
IMPORTACIÓN Y DEPENDENCIA DE COMBUSTIBLES
Akamine también abordó el problema de la dependencia de Bolivia respecto a los combustibles importados. Indicó que actualmente el país importa aproximadamente el 88% del diésel que consume, y solo el 12% proviene de producción nacional. En el caso de la gasolina, el 47% de la demanda se cubre con producción nacional. “La situación es preocupante, ya que hemos retrocedido en lugar de avanzar en nuestra capacidad de producción y autoabastecimiento”, advirtió.
Esta dependencia de importaciones genera un gasto considerable para el Estado, el cual, además, enfrenta escasez de dólares, dificultando el pago de combustibles importados. Akamine mencionó que, debido a esta situación, el país se encuentra en una posición vulnerable frente a la posibilidad de quedarse sin combustible y energía en el futuro.
NECESIDAD DE UNA POLÍTICA ENERGÉTICA RENOVADA
El presidente del Colegio de Economistas instó al gobierno a reconfigurar sus políticas energéticas para asegurar un futuro estable en el sector de hidrocarburos. Según Akamine, es urgente reformular las políticas actuales y considerar la incorporación de fuentes de energía renovable como una alternativa a largo plazo.
“Es importante que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) se enfoque en el fortalecimiento de sus capacidades y en la atracción de empresas internacionales para mejorar la eficiencia en la producción de combustibles”, manifestó. Akamine agregó que la intervención del sector privado y la ayuda internacional serían fundamentales para hacer frente a la crisis que se avecina y evitar que Bolivia pase de ser un país exportador a uno netamente importador de combustibles.
ESCENARIO DE CRISIS ENERGÉTICA INMINENTE
Según datos proporcionados por algunos analistas, las reservas de gas podrían agotarse en los próximos años, lo cual afectaría directamente al 71% de la generación de energía que actualmente se basa en gas natural. Sin gas, Bolivia se vería obligada a importar electricidad, lo que generaría un incremento en los costos energéticos para los hogares y la industria.
Akamine concluyó enfatizando que esta crisis “no es un tema lejano, sino que está a la vuelta de la esquina”, e instó al gobierno y a los actores del sector a tomar medidas urgentes y efectivas para evitar una crisis energética que podría tener efectos devastadores para la economía y la sociedad boliviana.