
El asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, advirtió ayer domingo de que Rusia enfrentará “consecuencias” si el crítico del Kremlin en huelga de hambre, Alexei Navalny, muere.
Navalny, el opositor más destacado del presidente ruso, Vladimir Putin, está encarcelado desde enero, cuando regresó a Rusia tras recuperarse de un envenenamiento por el que casi muere y que fue orquestado por Moscú.
“Estamos viendo una variedad de costos de diferentes (medidas) que tomaríamos, y no voy a anunciarlas públicamente en este momento, pero hemos comunicado que habrá consecuencias si Navalny muere”, dijo Sullivan a la CNN.
El opositor, de 44 años, inició una huelga de hambre el 31 de marzo para exigir un tratamiento médico adecuado para el dolor de espalda y el entumecimiento de piernas y manos que sufre. El sábado, de hecho, los médicos de Navalny dijeron que su salud se había deteriorado y exigieron que los funcionarios de la prisión les dieran acceso inmediato.
“Nuestro paciente puede morir en cualquier momento”, aseguró el cardiólogo Yaroslav Ashikhmin, señalando los altos niveles de potasio encontrados en el cuerpo de Navalny. Los doctores pidieron que el opositor sea trasladado a cuidados intensivos.
Tanto Francia como Alemania se unieron el domingo a las críticas de varios países por el tratamiento que recibe Navalny.
Sullivan dijo que la Casa Blanca le había advertido al Kremlin de que Moscú será “responsabilizado por la comunidad internacional” por lo que le suceda a Navalny mientras esté bajo custodia rusa.