El 96% de la población de Gaza enfrenta inseguridad alimentaria
INFORME. Uno de cada cinco gazatíes sufre niveles catastróficos de inseguridad alimentaria aguda», que implican «una falta extrema de alimentos, hambruna y agotamiento capacidades de afrontamiento.
El último informe especial sobre la Franja de Gaza del sistema de seguimiento del hambre de la ONU, publicado ayer, revela que en el enclave palestino bajo ocupación de Israel persiste un alto riesgo de hambruna mientras continúa el conflicto y se mantiene restringido el acceso de ayuda humanitaria. Los expertos que trabajaron en su elaboración advierten que el 96 % de la población (2,15 millones de personas) enfrenta altos niveles de inseguridad alimentaria aguda.
El documento recoge la implementación en el territorio de Gaza de la Clasificación Integrada de Fases de Seguridad Alimentaria (IPC, por sus siglas en inglés), que evalúa en este caso la situación alimentaria en el período de mayo a septiembre de este año. Sus resultados revelan que uno de cada cinco gazatíes (más de 495.000 individuos) se enfrentan actualmente «a niveles catastróficos de inseguridad alimentaria aguda« (Fase 5 de la IPC), que implican «una falta extrema de alimentos, hambruna y agotamiento capacidades de afrontamiento».
Asimismo, se alerta de que otras 745.000 personas (el 33 % de la población) están clasificadas en Emergencia (Fase 4 de la CIF). Los últimos datos muestran que, para poder comprar alimentos, más de la mitad de los hogares tuvieron que intercambiar su ropa por dinero y un tercio recurrió a recoger basura para vender. Más de la mitad de los pobladores también informaron que a menudo no tienen nada para comer en la casa, y más del 20 % pasa días y noches enteros sin comer.
DIFICULTADES PARA LA AYUDA HUMANITARIA
El informe denuncia que el espacio humanitario en la Franja de Gaza sigue reduciéndose, así como la capacidad de entregar asistencia de manera segura a las poblaciones. Además, indica que el pequeño aumento de la cantidad de entregas de alimentos y servicios de nutrición prestados al norte del enclave alivió temporalmente las condiciones en esas gobernaciones.
La ONU destaca que el conflicto también sigue causando daños generalizados a bienes e infraestructura que son fundamentales para la supervivencia. A fines de mayo, alrededor del 60 % de todos los edificios, incluidas viviendas, tiendas e infraestructura como hospitales y escuelas, en la Franja de Gaza resultaron dañados o destruidos. Para esa fecha, el 57 % de las tierras agrícolas habían sido destruidas o gravemente dañadas, lo que limita la funcionalidad del sistema alimentario. A pesar de que el hambre de etapa 5, que afecta al 22 % de la población actual de Gaza es un indicador alarmante, la ONU no ha tomado la decisión de declarar el estado hambruna, al parecer, esperando que se cumplan con las tres condiciones estrictas que deben cumplirse en una zona específica. El IPC declara que una zona entera está en hambruna únicamente cuando el 20 % de los hogares tienen una falta extrema de alimentos, el 30 % de los niños sufren desnutrición aguda y al menos dos adultos o cuatro niños por cada 10.000 personas mueren diariamente.