El FMI eleva proyecciones de crecimiento para América Latina
CRECIMIENTO. Esta mejora se debe al impulso de las dos principales economías latinoamericanas: Brasil y México, señala el FMI en la actualización de sus perspectivas económicas.DW
El Fondo Monetario Internacional (FMI), en su último informe de previsiones de crecimiento para Latinoamerica y el Caribe, gracias a mejoras en las economías de Brasil y Mexico. En sus proyecciones publicados al 25 de julio, establece que la región crecerá el 1.9% el 2023, tres décimas por encima de lo que predijo en abril pasado. Sin embargo, mantienen la previsión de crecimiento del 2.2% para el conjunto de países de la región el 2024.
Según el portal DW,el crecimiento latinoamericano estara este año y el siguiente por debajo del registrado el 2021, cuando repunto hasta el 7% y del 3.9% de 2022, periodo de recuperación después de la pandemia.
EL EMPUJE DE BRASIL Y MÉXICO
El FMI prevé para Brasil un crecimiento del 2,1 %, lo que supone 1,2 puntos más que el que preveía en su anterior informe, y para 2024 espera un crecimiento del 1,2 %, tres décimas por debajo del que calculaba antes.
Para México, el Fondo espera un crecimiento este año del 2,6 %, ocho décimas por encima del que estimaba en abril, y para 2024 deja el crecimiento en el 1,5 %, una décima por debajo. En esta revisión, el informe no incluye los datos individualizados del resto de países de la región.
LOS FACTORES DEL REPUNTE
Según apuntó el director de Investigación del Fondo, Pierre – Olivier Gourinchas en entrevista con EFE, Brasil ha logrado un “importante repunte” en su sector agrícola y ha contagiado a otros sectores como los servicios, mejorando las ganancias. “La economía del país se está comportando bastante bien” y por eso mejoran sus previsiones de este año, dijo.
En cuanto a México, su economía está funcionando “bastante bien”, en parte por sus estrechos lazos económicos con Estados Unidos.
Recordó que esta región fue la primera en aplicar una política monetaria restrictiva para combatir la inflación, sus bancos centrales reaccionaron mucho antes de que lo hicieran la Reserva Federal de Estados Unidos o el Banco Central Europeo, y eso hizo que sintieran antes los efectos de las subidas de tipos sobre su economía.
Por eso, aunque se ha logrado que baje la inflación en la región, la ralentización es producto de un año y medio de política monetaria restrictiva.