
El Paris Saint-Germain (PSG) se cobró la revancha de la temporada pasada y eliminó al Bayern Múnich, vigente campeón de la ‘Champions’, pese a perder (0-1) en el partido de vuelta de cuartos de final, una auténtica oda al fútbol por ocasiones, emoción y belleza.
El equipo de Mauricio Pochettino, que lleva cuatro meses en el banquillo francés, ya tiene su primer gran éxito alcanzando la penúltima ronda antes de la final en la competición de competiciones.
No le hizo falta ganar al PSG, al que le valió el 2-3 de Múnich sin especular con su ventaja. El duelo fue extraordinariamente atractivo y permite a los galos estar en ‘semis’ por segunda temporada consecutiva.
La primera parte fue pura electricidad. Del lado muniqués: el afán por voltear la eliminatoria; y del lado parisino, las ganas por impedir cualquier susto pese a la ventaja de la ida. El asalto inicial fue bárbaro, de un nivel altísimo y con hasta 10 ocasiones claras de gol -con dos palos de Neymar incluidos-.
El brasileño fue el mejor de un partido que lideró con sus gambetas y su fantasía, minimizando la aportación del gran Mbappé, que se queda a la sombra si Neymar saca la varita mágica.
El ex del Barza mandó el primer aviso a los 10 minutos, tras un disparo de su compañero de ataque, pero el Bayern no se quedó de brazos cruzados. La respuesta fue increíble.
Los de Hansi Flick, sin Lewandowski y sin Goretzka, apelaron al arrojo que les ha caracterizado a lo largo de la historia y, a través de Sané, los bávaros gozaron de buenas oportunidades.
El germano lanzó hasta en dos ocasiones con gran intuición, pero se topó con Keylor Navas o con la base del poste.
En el mejor momento de los locales, cuando parecía que el Bayern firmaría su rendición, surgió el 0-1 tras un disparo de Alaba que acabó en el aire sin dueño. Choupo-Moting metió la cabeza y convirtió.