Alrededor de veinte personas, entre militares y civiles, pertenecientes a un regimiento del Ejército boliviano en Villa Tunari, Cochabamba, han sido tomadas como rehenes por grupos partidarios del expresidente Evo Morales en medio de la creciente crisis política en el país. Según uno de los soldados retenidos, al menos 2.000 personas irrumpieron violentamente en el cuartel Cacique Juan Maraza. «Nos cortaron el agua y la luz, y estamos como rehenes», relató en un video difundido por varios medios.
Los simpatizantes de Morales exigen la renuncia del presidente Luis Arce y el cese de la intervención de las fuerzas de seguridad en los bloqueos instalados en numerosas carreteras del país, bloqueos que el Gobierno intenta desmantelar con un operativo de gran escala. «La vida de mis instructores y soldados está en peligro», se escucha decir al soldado, mientras los atacantes insisten en que Arce renuncie. El presidente, por su parte, advirtió a Morales y sus seguidores que, si persisten los bloqueos, tomará medidas amparadas en la Constitución.
En una carta, Morales respondió a estas advertencias señalando que, de proceder con la intervención militar, Arce sería responsable de dividir y lastimar a Bolivia «de manera irreversible». «Su nombre quedará en la historia junto al de Áñez, como uno de los presidentes que empobreció al pueblo y dirigió las armas contra su propia gente», declaró Morales, advirtiendo que Arce se mancharía «con la sangre de los indígenas, los pobres y los campesinos a quienes prometió defender».
Hace cuatro años, cuando Arce asumió la presidencia, nadie imaginaba que los últimos meses de su mandato se verían marcados por la violencia contra quienes lo llevaron al poder, le recriminó Morales.
Las protestas y bloqueos comenzaron hace dos semanas, principalmente en Cochabamba, bastión de Morales, y se extendieron a Potosí, Oruro y Santa Cruz. Originalmente motivadas por la crisis económica, las manifestaciones han servido para respaldar las aspiraciones políticas de Morales, quien sigue buscando un regreso electoral a pesar de no estar habilitado. Los enfrentamientos con las autoridades se intensificaron tras la denuncia de Morales sobre un supuesto complot en su contra.
Mientras tanto, Morales enfrenta varias causas judiciales, incluyendo cargos por destrozos en recientes movilizaciones, ataques a la Policía y, sobre todo, una acusación por presunto abuso de menores y trata de personas, derivada de una relación con una joven de 16 años durante su presidencia, de la cual nació una hija.
Fuerzas Armadas de Bolivia condenan toma de unidades militares en el Trópico de Cochabamba
Las Fuerzas Armadas del Estado Plurinacional de Bolivia ha emitido un comunicado condenando la toma de unidades militares en el Trópico de Cochabamba por grupos armados irregulares, quienes habrían secuestrado a personal militar, armamento y munición. Las Fuerzas Armadas recordaron que cualquier levantamiento armado contra el Estado se considera traición a la patria, una violación a la seguridad y soberanía, y una infracción de derechos fundamentales establecidos en la Constitución y en tratados internacionales.
El comunicado insta a los responsables de estos actos a cesar de inmediato sus acciones y a abandonar las instalaciones militares pacíficamente. Las autoridades subrayaron que el personal retenido como rehén son ciudadanos que cumplen con su deber de proteger a la nación.