- Advertisement -

Exfiscal Bravo: “Bolivia es un narcoestado desde hace 50 años”

El exfiscal antidroga Jodael Bravo afirmó que la inminente extradición de Maximiliano Dávila, exdirector de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) durante el gobierno de Evo Morales, evidencia la penetración del narcotráfico en la política boliviana. Según Bravo, este caso no solo se trata de un hecho criminal, sino también de un fenómeno político con posibles repercusiones de gran alcance.

Dávila es el segundo exdirector de la Felcn implicado en actividades ilícitas relacionadas con el narcotráfico. El primero, René Sanabria, fue sentenciado y cumplió condena en Estados Unidos. La extradición de Dávila fue autorizada por el Tribunal Supremo de Justicia tras considerar que había pruebas suficientes que demostraban su probable participación en delitos graves.

NARCOTRÁFICO Y POLÍTICA

Bravo resaltó que el narcotráfico ha sido un problema recurrente en Bolivia “durante más de 50 años”, con cada gobierno enfrentando escándalos relacionados. Mencionó episodios históricos como el caso de Hugo Banzer Suárez, el financiamiento de campañas políticas con dinero del narcotráfico y los vínculos de altos oficiales de diferentes administraciones con actividades ilícitas.

En su análisis, el exfiscal destacó que, aunque la extradición de Dávila es un procedimiento judicial, también tiene implicaciones políticas. «Si Dávila opta por colaborar con la justicia de Estados Unidos y ofrece pruebas sobre la red de corrupción vinculada al narcotráfico en Bolivia, podría comprometer a exautoridades del gobierno de Evo Morales, incluyendo ministros, viceministros y altos mandos policiales», afirmó.

Además, señaló que esta situación podría beneficiar políticamente al actual gobierno, debido a las conocidas tensiones entre Evo Morales y el presidente Luis Arce.

NARCOESTADO RECURRENTE

Bravo calificó a Bolivia como un «narcoestado», citando la inacción frente a escándalos de narcotráfico que involucran tanto a gobiernos democráticos como dictatoriales. Recordó casos como el de Jaime Paz Zamora, acusado de vínculos indirectos con el narcotráfico, y el polémico traslado de un viceministro en un avión estadounidense sin un proceso formal de extradición.

«En un país serio, este tipo de hechos habrían llevado a la renuncia de presidentes o ministros. Aquí, el problema se ha normalizado», lamentó.