
La exministra de Comunicación del régimen, Roxana Lizárraga, afirmó ayer que está tramitando su asilo político en Estados Unidos, país en el que se encuentra actualmente y al que migró luego de su paso por Perú, donde viajó tras anoticiarse de las aprehensiones de Jeanine Áñez y otras autoridades del gobierno de transición que son investigadas por distintos actos irregulares.
“Aún no (estoy con asilo político), pero ya los trámites están, tiene sus tiempos y estoy esperando que salga alguna respuesta de los tiempos que se marcan en Estados Unidos”, indicó, en entrevista para el programa Asuntos Centrales.
Lizárraga fue citada por el Ministerio Público a declarar en el marco de las investigaciones que se llevan a cabo por la compra con sobreprecio de gases lacrimógenos, hecho que derivó en la detención del exministro Arturo Murillo, quien se encuentra a horas de comparecer ante la justicia estadounidense.
Dijo que previamente ella había “solicitado refugio a Perú”, pero tras conocerse esa petición surgieron una serie de especulaciones por parte de los medios de comunicación y el Gobierno peruano le dijo que “lo mejor es que salga a otro país”. Sobre la citación emitida por la Fiscalía, dijo estar dispuesta a prestar su declaración, en calidad de testigo, de forma virtual.