
El imprevisto de la suspensión, todavía temporal, del Clausura 2022 por los conflictos sociales que ocurren en Santa Cruz indujo a los clubes a que tengan un problema con los vínculos de sus jugadores.
La Federación Boliviana de Fútbol (FBF) resaltó el hecho de que hay clubes que habitualmente contratan a futbolistas hasta finales de noviembre de uno o más años. Dado que una opción es terminar de jugar la liga en el mes de diciembre, los equipos bolivianos ahora se ven obligados a extender la relación institucional que tienen con algunos de sus jugadores por medio de una adenda*. El problema si no se hace esto es que si llega la fecha de finalización de un contrato de un futbolista, el club ya no lo podrá tomar en cuenta para jugar el resto de los partidos del Clausura.