Francia está a punto de destruir vino suficiente para llenar más de 100 piscinas olímpicas. Y le va a costar al país unos $us 216 millones.
Arruinar tanto vino puede parecer ridículo, pero hay una razón económica directa para que esto ocurra: fabricar vino es cada vez más caro debido, en parte, a los recientes acontecimientos mundiales, y la gente bebe menos.
Esto ha dejado a algunos productores con un excedente que no pueden vender a un precio lo suficientemente bajo como para obtener beneficios. Ahora, algunas de las regiones vinícolas más famosas de Francia, como Burdeos, están pasando apuros. En junio, la Unión Europea concedió inicialmente a Francia unos $us 172 millones de para destruir casi 80 millones de galones de vino, y el gobierno francés anunció fondos adicionales esta semana. Los productores utilizarán los fondos para destilar su vino en alcohol puro que se utilizará para otros productos, como productos de limpieza o perfumes.