Georgia frena a la Portugal de CR7 y pasa a octavos de final
EUROCOPA. Turquía se clasificó para los octavos tras derrotar a República Checa por 2-1, en Hamburgo. Con 6 puntos, Turquía finaliza segunda de su grupo, por detrás de Portugal, que terminó con la misma puntuación.
Debutante en la Eurocopa, Georgia dio la gran sorpresa y se impuso 2-0 a Portugal en Gelsenkirchen, y logró el pase a octavos, en los que jugará ante España.
Héroes de la gesta, Khvicha Kvaratskhelia (minuto 2) y Georges Mikautadze (de penal, 57) sacaron petróleo de la noche desgraciada de Antonio Silva, de 20 años, que regaló el balón en el primer tanto y cometió la falta en el segundo.
Turquía se clasificó para los octavos tras derrotar a República Checa por 2-1, en Hamburgo. Con 6 puntos, Turquía finaliza segunda de su grupo, por detrás de Portugal, que terminó con la misma puntuación.
Los checos (con un punto) quedaron colistas y eliminados. Los turcos se medirán en octavos a Austria, el martes en Leipzig.
Portugal apretó más en el inicio del segundo tiempo. Desde el primer instante, cerca del gol, nada constante, solo unos instantes, cuando de nuevo ‘Kvara’, con un tiro mucho más franco, mucho más sencillo, que en el primer tanto, gritó aún más fuerte la contestación rotunda, inequívoca, de Georgia.
La clasificación y la historia lo aguardaba. La hazaña y la convicción lo movilizaba. La oportunidad inaudita de alcanzar uno de los dieciséis puestos de los octavos de final en la competición de las competiciones europeas. Un momento único, que peleó y disfrutó hasta el final, lanzado de repente por 1 minuto y 31 segundos en el que voló a por el gol del 1-0.
Ni siquiera había tocado el balón. Portugal la movió todo el rato. Georgia esperó el instante apropiado. Un contragolpe lanzado por Mikautadze lo culminó Kvaratskhelia.
El 1-0 era inasumible en tales pretensiones. Más aún luego el 2-0. También para la ambición de Cristiano Ronaldo, cabreado por los agarrones en el área, amonestado por la mala manera con la que se lo recriminó al árbitro al borde de la media hora. Una tarjeta que lo apercibe de sanción en octavos. Un riesgo. Aún siguió el descanso. Al línea, al cuarto árbitro, cuando se iba al vestuario, de nuevo con el gesto del agarrón en la camiseta.
Y, de repente, un penal. Lo cometió Antonio Silva, en su peor noche con Portugal; lo sufrió Lochoshvili; lo determinó el VAR y lo marcó Mikautadze. Está en octavos de final. Es el rival de España. Avisado está De la Fuente. La sorpresa de la Eurocopa, con recital final de paradas de Mamardashvili.