Muchas personas hoy celebran el domingo de pascua acudiendo primeramente con la participación en la misa que se lleva acabo en cada iglesia de la ciudad. Luego proceden a realizar una costumbre que con el pasar del tiempo se empezó a practicar en nuestro país, la cual se basa en la búsqueda de los huevitos de pascua.
¿Pero que tienen que ver los huevitos de pascuas con la semana Santa?
Hay una gran confusión en la ciudadanía en general sobre de qué se trata el Domingo de Pascua. Para algunos, el Domingo de Pascua tiene que ver con el Conejito de Pascua, los decorados coloridos huevos de Pascua, y las búsquedas de los huevos de Pascua.
La mayoría de las personas entienden que el Domingo de Pascua tiene que ver con la resurrección de Jesús.
Bíblicamente hablando, no hay absolutamente ninguna conexión entre la resurrección de Jesucristo y las tradiciones comunes modernas relacionadas con el Domingo de Pascua.
Escencialmente, lo que ocurrió es que a fin de que el cristianismo sea más atractivo para los no cristianos, la antigua Iglesia Católica mezcló la celebración de la resurrección de Jesús con las celebraciones rituales de fertilidad de la primavera. Estos rituales de primavera de fecundidad son la fuente de las tradiciones de los huevos y el Conejito.
Para los cristianos los huevos de Pascua simbolizan la vida nueva o renovada. Para los paganos la forma ovalada del huevo representa el eterno ciclo de las temporadas. Los griegos y los egipcios enterraban huevos en sus tumbas. Un proverbio romano dice “Toda vida proviene de un huevo.” Los huevos han sido símbolo de la continuidad de la vida y de la resurrección desde mucho antes de la época de Cristo.
Es así que empezó la tradición de regalar huevos en Semana Santa. Originalmente se pintaba huevitos de pájaro. Estos eventualmente fueron cambiados por huevos de chocolate o caramelo.