Iglesia Católica posesiona al nuevo párroco de Porongo
CELEBRACIÓN. En la parroquia San Juan Bautista del municipio de Porongo se le dio la bienvenida al padre Calixto Candia, como el nuevo párroco de la región. Señalaron que el pueblo católico lo recibe con mucha fe y con miras a compartir en comunidad.
En el municipio de Porongo, del departamento de Santa Cruz, se posesionó al nuevo párroco, el padre Calixto Candia, acto para el cual, estuvo presente el alcalde de la región, Neptaly Mendoza.
El moseñor Sergio Gualberti llegó hasta la parroquia San Juan Bautista, para celebrar la misa dominical y posesionar al nuevo sacerdote.
“El párroco debe trabajar con las autoridades y con todos, porque todos somos corresponsables a crear unidad y armonía, somos todos hijos de Dios y hermanos, vivamos como hijos de Dios. Felicidades al padre Calixto y la comunidad”, expresó el monseñor Gualberti.
Por su parte, el padre Calixto agradeció a la Iglesia Católica por haberlo designado a un pueblo tan hospitalario y lleno de fe como Porongo.
“Pueblo de Dios, me corresponde expresar mi más profundo agradecimiento por ser el párroco de Porongo. Una vez más mi gratitud por su confianza en mi persona, les agradezco la concesión de esta labor. Gracias por encargarme esta tarea que llevaré adelante con la bendición de Dios”, indicó el párroco.
El alcalde de Porongo, agradeció la visita del monseñor Gualberti y dio la bienvenida al padre Calixto como el nuevo párroco de la iglesia del pueblo.
“Agradecer al monseñor Sergio Gualberti por la celebración de la Santa Misa, por la presentación del nuevo párroco y por compartir con nuestra comunidad. Padre Calixto, Porongo lo recibe con cariño y mucha fe, somos un pueblo católico que respeta y cuida sus valores, su cultura, sus tradiciones y que respeta a nuestra iglesia católica. El Gobierno Municipal va a cooperar en todas la tareas pastorales, estamos muy contentos”, sostuvo Neptaly Mendoza.
Durante la celebración de la Santa Misa, el monseñor Sergio Gualberti entregó las llaves de la iglesia, la estola, la Santa Biblia, las llaves del sagrario y el copón con las hostias consagradas para que lleve a los enfermos y a quienes no pueden formar parte de la Eucaristía en la iglesia.