Iglesia pide “humanizar la crisis” que se vive el país
REFLEXIÓN. El obispo de Santa Cruz, monseñor Estanislao Dowlaszewicz señaló que “es urgente humanizar la crisis” que hay en el país, poniendo en el centro de atención, las necesidades de los débiles. Insta a no ocultar a los causantes de la crisis.
El obispo de Santa Cruz, monseñor Estanislao Dowlaszewicz, advirtió ayer que las autoridades de Gobierno buscan que la población viva la crisis en medio de la mentira, ocultando a sus principales causantes e ignorando el sufrimiento de las víctimas más débiles e indefensas.
Dowlaszewicz dedicó su homilía a Jesús como Rey y guardián de la verdad, quien – según relató – no convierte la verdad de Dios en una propaganda barata, ni la utiliza en provecho propio, sino en defensa de los pobres. Dijo que Jesús no tolera la mentira o el encubrimiento de las injusticias, y no soporta las manipulaciones.
Indicó que Jesús se convierte así en voz de los sin voz, y voz contra los que tienen demasiada voz. Esta voz es más necesaria que nunca en una sociedad como la nuestra, atrapada en una grave crisis económica, acotó.
Sostuvo que la ocultación de la verdad es uno de los más firmes presupuestos de la humanidad, una actuación de los poderes financieros y de la gestación política sometida a sus exigencias.
“Se nos quiere hacer vivir la crisis en la mentira, se hace todo lo posible para ocultar la responsabilidad de los principales causantes de la crisis y se ignora de manera perversa el sufrimiento de las víctimas más débiles e indefensas. Es urgente humanizar la crisis poniendo en el centro la atención, la verdad de los que sufren y la atención prioritaria a su situación cada vez más grave”, afirmó.
El prelado describió la realidad que vive Santa Cruz y manifestó que en estos días y semanas la ciudad está al borde de aguantar tantas falencias: paro de transporte, donde protestan los choferes más afectados y sus familias, y no los dueños de las líneas; paro de salud, donde miles de personas necesitadas se quedan sin atención; los comerciantes de carne en los mercados protestan por la falta de combustible; y los asesinatos en las calles de la ciudad, donde matan solo por quitarles sus pertenencias.
Dijo que la primera condición exigible a todos es aceptar la verdad, si no se quiere ser inhumanos, y la segunda es que la sociedad no puede acostumbrarse a la exclusión social y la desesperanza en que están cayendo los más débiles, pobres y necesitados.