La Iglesia Católica se pronunció ayer ante los incendios forestales que afectan a varias regiones del territorio nacional desde más de un mes y exhortaron proteger las áreas naturales en el país.
Durante la homilía, el arzobispo Emérito de Santa Cruz, monseñor Sergio Gualberti, cuestionó los avasallamientos a áreas protegidas y responsabilizó a esta situación por la contaminación, la humareda y la sequía que azota a diferentes regiones del país.
“Todos somos testigos a las heridas causadas a la madre tierra por el uso irracional de herbicidas en la agricultura, por la contaminación del agua en la minería y por la tala de bosque e incendios, también todos sufrimos, en especial enfermos, ancianos y niños imposibilitados de frecuentar las escuelas por la humareda, contaminación atmosférica y la sequía provocadas por nuestra responsabilidad”, indicó.
Hizo referencia a que Bolivia ocupa el tercer lugar en el mundo con mayor cantidad de pérdida de zonas forestales primarias, bosques quemados.
Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), monseñor Aurelio Pesoa, también lamentó la situación dramática que atraviesan varias regiones del país debido a los incendios que consumen la flora y fauna y dejando sin hogar a varias familias indígenas. Alertó que las consecuencias no solo es para los pobladores de las comunidades afectadas, sino para el todo el mundo.