Ante la detonación de explosivos en Montero Hoyos, Santa Cruz para reencauzar el río Grande y evitar que el agua de la crecida ponga en peligro a 300 familias de la comunidad san Lorenzo, desde el Colegio de Ingenieros Ambientales Departamental Santa Cruz (CIAM-SC), emitieron un pronunciamiento que cuestiona las determinaciones asumidas por las autoridades.
Esto, ya que consideran que la situación en Montero Hoyos pudo evitarse con una planificación y coordinación anticipada entre las diferentes autoridades con competencia en la materia y que están relacionadas en el manejo integral de la cuenca y el cuidado de los recursos hídricos del departamento.
En ese marco, advierten que la detonación puede generar varios impactos ambientales negativos como: la contaminación del agua, ya que puede causar la liberación de sustancias químicas toxicas en el cuerpo de agua, afectando a la vida acuática.
Daños a la fauna y flora, toda vez que la explosión puede causar daño físico directo a los organismos vivos en el río.
Así también, la explosión puede aumentar la turbidez del agua al levantar sedimentos del lecho del río, lo que puede afectar la capacidad de filtración de agua y la disponibilidad de luz para la fotosíntesis de las plantas acuáticas. Es por eso que sugieren la implementación de medidas de control ambiental antes, durante y después de las detonaciones.