Inició la previa a la COP29 a desarrollarse en Azerbaiyán

PREPARATORIA. Representantes de todos los países se reúnen en Alemania desde ayer. Una especie de pre-COP cuyo objetivo es dar el pistoletazo de salida a las discusiones con la esperanza de alcanzar un acuerdo ambicioso en Bakú. Un objetivo que aún parece difícil de alcanzar.

EN la COP29 del próximo mes de diciembre, los gobiernos deberán acordar un nuevo objetivo de ayuda financiera para los países del Sur. Esta ayuda deberá destinarse a su transición energética y a su adaptación al cambio climático. Este es el tema número uno de la reunión de Bonn.

Estos países más pobres son los más vulnerables al cambio climático. También son los menos responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero. Esperan promesas creíbles de ayuda por parte de los países ricos. Mucho más allá del objetivo actual de 100.000 millones de dólares, tan difícil de alcanzar.

Esta sigue siendo una cuestión delicada. Estados Unidos y la Unión Europea se resisten a pagar. Quieren que China y los países productores de petróleo del Golfo, considerados ahora suficientemente desarrollados, metan también la mano en la cartera.

Una prueba de fuego para el Presidente de Azerbaiyán. También será una oportunidad para ver en acción a Muktar Babayev, el Presidente azerbaiyano de la próxima COP, y calibrar su peso diplomático a la hora de resolver asuntos delicados. Muchos observadores ya están preocupados por las posibles restricciones impuestas a la sociedad civil en un país que también es productor de petróleo.

Otro punto importante: la ONU pide a todos los países que publiquen planes ambiciosos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero antes del año que viene. Es una tarea colosal, que implica a todos los sectores de la economía, y aún está lejos de completarse. Pero es esencial si la humanidad quiere garantizar que el planeta sea apto para vivir dentro de unas décadas.

La difícil situación de los niños ante el cambio climático, a debate en Bonn

Por primera vez, en esta conferencia de Bonn se organizará una reunión específica para abordar la cuestión de los fondos específicos para el clima dedicados a las necesidades de los niños. Al fin y al cabo, son los niños quienes se ven desproporcionadamente afectados por la emergencia climática.

El número de niños que padecen hambre aguda como consecuencia de fenómenos meteorológicos extremos se ha más que duplicado en los últimos cinco años. Estas son las alarmantes conclusiones de un estudio publicado el lunes por la ONG Save the Children. En los 18 países donde las sequías, los ciclones y las inundaciones han tenido un impacto más grave en términos de inseguridad alimentaria, 33 millones de niños sufren ahora hambre. Esta cifra contrasta con los 13 millones de 2018.

Fuente RFI