
El cierre de bares y restaurantes decretado por el Gobierno italiano entre el 15 de marzo y el 6 de abril para contener los contagios de coronavirus supondrá una pérdida de 5.000 millones de euros (alrededor de $us 6.000 millones), estimó ayer la asociación agrícola Coldiretti.
El Ejecutivo aprobó el viernes un decreto con el que endurece las medidas restrictivas entre esas fechas para frenar los contagios ante la “nueva ola” que atraviesa el país. El documento establece que todas las regiones que tengan una incidencia semanal de 250 contagios por cada 100.000 habitantes pasarán a “zona roja”, un régimen de confinamiento con todas las tiendas no esenciales cerradas, mientras que en el resto del territorio se aplicarán las restricciones de zona “naranja”, es decir, un nivel intermedio.