La carretera Chimoré- Yapacani dejó grave impacto ambiental

DEVASTADOR. En 22 años de funcionamiento la carretera Chimoré-Yapacaní ha dejado como  “impacto inducido” una gran migración, intensivo desmonte y r seis ríos prácticamente secos en los 70 kilómetros que separan los ríos Yapacaní e Ichilo

En medio del constante debate entre el progreso económico y la conservación del medio ambiente, la construcción de carreteras se convierte en un tema central que pone a prueba nuestro compromiso con la sostenibilidad.

Un ejemplo del impacto ambiental que genera una carretera es lo que sucedió con la carretera Chimoré-Yapacaní, la cual ha dejado huellas de depredación. Basta con recorrer el tramo entre los ríos Yapacaní e Ichilo.

En este trayecto , de no más de 70 km, había al menos seis ríos con un caudal permanente en la década de los 80 están prácticamente secos señaló Nelzon Hidalgo, ex presidente de la Asociación de Comités de Vigilancia de Santa Cruz (ACOVICRUZ).

Hidalgo compartió con El Mundo su experiencia sobre el devastador impacto ambiental causado por la construcción de la carretera Chimoré-Yapacaní. Enfatizó que esta importante vía ha desencadenado una serie de efectos indeseados, incluyendo la desaparición de al menos seis ríos que anteriormente cruzaban la ruta.

Desde su perspectiva, el impacto ambiental no se limita solo a la pérdida de la biodiversidad y la disminución de recursos hídricos, sino que también tiene ramificaciones directas en la salud humana.

PARQUE AMBORÓ

Hidalgo se refiere específicamente al Parque Nacional Amboró, catalogándolo como un elemento fundamental para la salud de las personas. Hace un llamado urgente a considerar cuidadosamente el impacto de proyectos como este, que podrían ser fatales para la región. Advierte sobre el riesgo de que los intereses individuales y la falta de enfoque en la mitigación de daños puedan llevar a decisiones erróneas, como bloquear carreteras interdepartamentales, en lugar de resolver los problemas subyacentes.

SIN CONSULTA PREVIA

Una preocupación clave expresada por Hidalgo es la falta de consulta previa con las comunidades afectadas antes de emprender proyectos de esta magnitud. Subraya la importancia de la ley que promueve la transparencia y la consulta, respetando los derechos de las comunidades a ser informadas y consultadas sobre asuntos que afectan su hábitat. Hidalgo insta a un enfoque más integral en la educación y capacitación en materia de protección ambiental, así como a la necesidad de escuchar y aprender de las voces de quienes viven en la zona.

En última instancia, Nelzon Hidalgo insiste en que la planificación y ejecución de proyectos viales deben abordarse desde una perspectiva técnica y ambiental, considerando cuidadosamente los posibles impactos negativos y buscando soluciones sostenibles que preserven el entorno natural y la salud de la comunidad. Llama a un mayor control social y a la responsabilidad gubernamental en la toma de decisiones que afectan la región y sus habitantes.

Fuente Marcelo Huanca Dorado
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