Bolivia tendrá que importar entre 500 a 600 mil toneladas para cubrir su demanda interna, que es de 800 mil toneladas, y su producción no supera el 30 %.
El ex presidente de Anapo, Demetrio Pérez, manifestó que en la campaña de invierno se había previsto cultivar 115 hectáreas de trigo y se estimaba una producción de 250 mil toneladas. Sin embargo, las torrenciales lluvias de junio inundaron los municipios de Okinawa y Cuatro Cañadas, afectando casi 40 mil hectáreas, lo que tendrá mermas en sus rendimientos.
Pérez indicó que el cultivo de trigo está olvidado por parte del Estado, que no fomenta la investigación para lograr variedades que se adapten plenamente a las condiciones climáticas de Santa Cruz. “Hay variedades tolerantes, pero no adaptadas, por lo que los rendimientos no son los mejores. Hace falta invertir en investigación para superar las deficiencias que enfrentan los pequeños productores “, expresó.
Además, Pérez afirmó que ha comprobado personalmente que los bancos no disponen de recursos para otorgar créditos con tasas accesibles. La banca dice que accede a recursos con un interés del 8 %, por lo que difícilmente ofrecerán una tasa del 6 %, como estipula un decreto emitido por el gobierno.
Con el embargo ruso, el precio del trigo aumentará, y Bolivia, que ya es deficitaria, tendrá problemas para cubrir su demanda interna. Esto podría generar dificultades significativas, dado que el trigo es un alimento básico en la dieta diaria”, añadió Pérez.