Leigue insta a dejar la soberbia para buscar soluciones en el país

MENSAJE. El arzobispo de Santa Cruz, monseñor René Leigue pidió reflexionar y dejar la soberbia para buscar soluciones en la difícil situación que está atravesando el país. Señaló que hay momentos complicados por el encarecimiento de los alimentos.

El arzobispo de Santa Cruz, monseñor René Leigue, ayer hizo un llamado a la reflexión y a dejar de lado la soberbia, enfatizando la necesidad de escuchar y buscar soluciones en medio de los momentos complicados que atraviesa el país, marcados por el encarecimiento de los alimentos.

“Como dice Pablo, no seamos irresponsables, sino que tratemos siempre de buscar cuál es la voluntad de Dios. Creo que con este mensaje nos alimentaremos del banquete que nos regala el Señor y siempre busquemos su voluntad”, expresó durante su homilía dominical.

Leigue subrayó que, como seres humanos, todos tenemos nuestra manera de pensar, pero advirtió que, si no permitimos ser acompañados, guiados o iluminados por otros, nuestros pensamientos pueden ser erróneos, pues la falibilidad es parte de la condición humana.

El prelado lamentó el incremento en los precios de los alimentos de primera necesidad, pero recordó que muchas personas se olvidan de buscar el alimento espiritual que se encuentra en el banquete del Señor.

El arzobispo también señaló que los bolivianos estamos viviendo un momento difícil, en el que sería fundamental que todos juntos busquemos una salida. Lamentó que, a pesar de que hay oportunidades y personas dispuestas a ayudar, no se las está escuchando.

En su mensaje, Leigue destacó que cuando surgen problemas, es fundamental unir fuerzas y escuchar a los demás para encontrar soluciones. “Parece que está faltando esa disposición de escuchar a todos para encontrar una solución. Por eso el Señor, a través de Pablo, nos dice que no seamos irresponsables, sino que tratemos de saber cuál es la voluntad del Señor”, comentó.

Finalmente, el arzobispo consideró que, si los problemas se afrontaran siguiendo la voluntad del Señor, seguramente se encontrarían soluciones. Sin embargo, advirtió que, si prevalece la voluntad propia, los problemas podrían agravarse aún más.

Fuente El Mundo/Erbol