El Liverpool venció ayer al Wolverhampton por 1-2, en condición de visitante, y se colocó provisionalmente en la punta de la tabla de posiciones de la Premier League aprovechó el empate del Manchester City contra el Newcastle United por 1-1.
El equipo de Arne Slot sufrió por momentos contra los “Wolves”, que a pesar de estar último en la tabla de posiciones, siempre es un duro rival tanto cuando se defiende, como cuando sale atacando al contragolpe.
A cinco minutos de cerrar la primera parte, al 40’, llegó el primer gol para el Liverpool gracias a un cabezazo de Konaté. Sobre el inicio del segundo tiempo, un error en salida y tras un par de reobtes, Ait Nouri empujó el balón a la red para el transitorio empate.
La siguiente jugada, fue un penal definitivo. Un centro lanzado por Mohammed Salah al área de penal, derivó en un agarrón visible de Nelson Semedo. El árbitro del encuentro determinó la pena máxima tras una constatación del VAR. El lanzamiento desde los 11 metros fue aprovechado por Salah para darle la victoria y el liderato.