
La ONU denunció la “violenta represión” de las manifestaciones en Irán tras la muerte de Mahsa Amini, la joven de 22 años detenida por no llevar el velo de forma “apropiada” y que falleció tres días después en el hospital a causa de la paliza recibida de los agentes La Alta Comisionada interina para los Derechos Humanos, Nada Al-Nashif, expresó su preocupación por la muerte de Mahsa Amini bajo custodia de la “policía moral” iraní que hace cumplir las estrictas reglas sobre el hiyab, y por la reacción violenta de las fuerzas de seguridad a las protestas que siguieron. “La trágica muerte de Mahsa Amini y las denuncias de tortura y malos tratos deben ser investigadas con rapidez, imparcialidad y eficacia por una autoridad independiente competente, garantizando, en particular, que su familia tenga acceso a la justicia y la verdad”, afirmó Al-Nashif.