Oposición: Ataques y divisiones a solo 8 meses de las elecciones

FRAGMENTACIÓN.- La oposición política al MAS lejos de consolidar un frente único, reproduce la dinámica de enfrentamiento, exactamente como en las elecciones anteriores del año  2020.

A medida que se acercan las elecciones presidenciales de 2025, la oposición en Bolivia enfrenta una vez más una fragmentación marcada por ataques mutuos, mientras que el Movimiento al Socialismo (MAS) observa la disputa desde una posición de ventaja.

LA DIVISIÓN DE LA OPOSICIÓN

El panorama electoral muestra a al menos diez precandidatos de la oposición, entre ellos Carlos Mesa, Samuel Doria Medina, Luis Fernando Camacho, Rodrigo Paz, Vicente Cuéllar y Manfred Reyes Villa. La competencia interna, lejos de consolidar un frente único, reproduce la dinámica de enfrentamiento que debilitó a este sector en comicios anteriores, como los de 2020.

“La pelea entre opositores se centra en quién tiene mayor aceptación en las encuestas. Siempre se disputan el mismo electorado y no logran disputar votos al MAS”, señaló la analista política Nadia Beller. Según ella, la falta de un proyecto político unificado y la incapacidad para conectar con las bases populares han dejado a la oposición sin terreno firme.

LECCIONES NO APRENDIDAS

El exsenador Omar Aguilar, del MAS, subrayó que la oposición no ha aprendido de sus errores del pasado. “Nunca tuvieron la capacidad de acercarse a los sectores sociales, algo que el MAS sí puede hacer”, afirmó. Aguilar destacó que mientras la oposición se desgasta en peleas internas, el oficialismo fortalece sus vínculos con organizaciones sociales.

Nadia Beller coincidió con esta visión, recordando cómo en 2020 los candidatos de oposición concentraron sus ataques en la entonces presidenta interina Jeanine Áñez, permitiendo que el MAS desarrollara una estrategia exitosa para ganar las elecciones con Luis Arce a la cabeza. “Primaron los egos y se perdió el enfoque. En lugar de enfrentarse al MAS, ayudaron a consolidar su narrativa de que un gobierno de oposición sería desastroso”, añadió.

EL MAS OBSERVA DESDE EL PALCO

Mientras tanto, los dirigentes del MAS mantienen un discurso de confianza frente a los conflictos de la oposición. Aguilar afirmó que el oficialismo no necesita intervenir en las disputas, ya que estas no representan una amenaza real para su base electoral. “El MAS está en constante trabajo con los sectores sociales, lo que marca la diferencia. Las riñas internas de la oposición son irrelevantes para nosotros”, aseguró.

DESAFÍOS DE CARA A LAS ELECCIONES DE 2025

Con las elecciones a menos de un año, la oposición enfrenta el reto de superar sus divisiones y presentar una alternativa viable al MAS. Sin embargo, la fragmentación y la falta de un proyecto político claro parecen dificultar esta tarea.

Mientras tanto, el MAS se prepara para una campaña electoral que promete ser menos conflictiva que la de sus adversarios, manteniendo su enfoque en el fortalecimiento de sus alianzas con sectores populares y en la consolidación de su liderazgo político.