Las repercusiones siguen después de que el comisionado de la CIDH, Joel Hernández, asistió a un acto de desagravio a exvocales electorales de 2019. Los opositores ya han pedido explicaciones al ente internacional y, además, emprendieron gestiones para que el delegado mexicano sea sancionado o expulsado de la Comisión Interamericana de Derechos humanos.
En criterio de los opositores, el comisionado Hernández participó en un “acto político”, porque en el evento realizado en el Ministerio de Justicia se negó que haya existido un fraude electoral en 2019 y se manifestó que hubo un “golpe de Estado”. Además, el representante de la CIDH dijo que los exvocales “simplemente estaban haciendo su trabajo” y sufrieron violaciones a sus derechos humanos.
“La participación del Relator Joel Hernández en un acto político que pretendió negar el fraude del MAS y sus cómplices, fue desacertada y cuestionable éticamente. Pone en duda la imparcialidad y respeto que esa Comisión le debe al país”, publicó el líder de Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa, en su cuenta de Twitter, a tiempo de pedir que la CIDH haga una explicación al respecto.
La bancada de Creemos emitió un comunicado rechazando enérgicamente la conducta que tildó de “antiética” del comisionado Hernández y consideró que ha restado toda credibilidad, independencia y transparencia a la visita de la CIDH al país.
Los parlamentarios de Creemos han remitido una carta al Secretario General de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, haciéndole conoce una “dependencia y línea política del Comisionado”-
En ese marco, la bancada opositora solicitó que la conducta de Hernández no pase inadvertida y que el Secretario General de la OEA ordene la apertura de un proceso disciplinario y, en su caso, se determine la sanción correspondiente. El Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade) también se pronunció contra Hernández y lo acusó de parcializarse de manera política y contradecir el informe de la OEA, que identificó irregularidades en el proceso electoral de 2019.