Organizaciones se unen por la eficiencia energética en Bolivia
INICIATIVA. Con la firma del “Decálogo para el uso eficiente de la energía”, organizaciones buscan coadyuvar en la sostenibilidad del recurso. Tienen el apoyo de la Cámara Boliviana de Electricidad (CBE) y la Cooperativa Rural de Electrificación (CRE).
En el marco del Día Mundial de la Eficiencia Energética, que se celebra cada 5 de marzo, Schneider Electric reunió ayer a organizaciones importantes del país para elaborar y firmar el primer “Decálogo para el uso eficiente de la energía”. Esta es una iniciativa del sector privado, que tiene como objetivo coadyuvar en la sostenibilidad y el buen uso de este recurso en el país. Las instituciones que se sumaron a este proyecto son la Cámara de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz) y la Universidad del Valle (Univalle, Sede Santa Cruz).

Ayer, los principales representantes de las tres organizaciones líderes en sus sectores suscribieron este documento donde constan algunos compromisos y una declaración de intenciones y propósitos para promover el “uso responsable y eficiente de la energía”. Además, cuenta con el apoyo de la Cámara Boliviana de Electricidad (CBE) y la Cooperativa Rural de Electrificación (CRE).
“Una de las claves para lograr un progreso significativo hacia un futuro con neutralidad de carbono es la innovación, principalmente tecnológica, y la colaboración mutua, unificando esfuerzos hacia un mismo objetivo, puesto que la lucha contra el cambio climático es responsabilidad de todos”, afirmó Mónica Cabrera, Gerente de Schneider Electric en Bolivia.
Los diez puntos establecidos en el “Decálogo para el uso eficiente de la energía” giran en torno a la reducción del consumo de energía a través de acciones que fomentan el ahorro energético, la optimización de los procesos industriales, el uso de energías renovables y de las tecnologías disponibles para reducir las emisiones de carbono, apuntando como meta la neutralidad.
Asimismo, plantean la socialización y la educación sobre la sostenibilidad energética, transparentar el impacto al medioambiente, midiendo y generando datos de la huella de carbono e incluso asumir la responsabilidad de tomar la iniciativa para gestionar un marco normativo que fomente la inversión e incentive la ejecución de proyectos que hagan uso eficiente de la energía, entre otros.
Así también, establece de forma planificada, en las empresas e instituciones las políticas, reglamentos y/o normativas internas que enmarquen el accionar de los colaboradores hacia una cultura organizacional del ahorro energético que sea implementada de forma sostenible en el tiempo e identifica las oportunidades de crecimiento y progreso que tienen como empresas e instituciones al realizar inversiones en tecnologías que optimicen los recursos y los procesos, generando sostenibilidad y sustentabilidad en las organizaciones.
Además, promueve y apoya las iniciativas o emprendimientos sociales que apunten a la generación de energías limpias y sustentables a partir de la reutilización o reciclaje de desechos, junto al desarrollo de investigaciones y estadísticas que generen información sobre la huella de carbono y su mitigación en diferentes sectores económicos del país.
“Este documento de compromisos, que fue elaborado mediante un proceso consultivo, pretende ser una herramienta de trabajo para facilitar el análisis y reflexión con el Estado, empresariado privado, entidades financieras e instituciones relacionadas al ámbito energético”, sostienen las empresa e instituciones firmantes del Decálogo, documento que también acompañan en la consecución de la agenda de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).