Palma aceitera cuestionada por su impacto ambiental

En la última década, el cultivo de palma africana (Elaeis guineensis) se ha extendido en diversas partes del mundo, sobre todo en regiones como Indonesia y América Latina.

Diversos informes de organizaciones no gubernamentales e investigaciones periodísticas han documentado cómo la expansión del monocultivo de palma ha provocado la pérdida de bosques tropicales y, por lo tanto, impactos en la biodiversidad.

Por ejemplo, en Indonesia un estudio publicado a principios de 2020, en la revista Global Ecology and Conservation, señaló que la industria de procesamiento de palma aceitera se ha convertido en la mayor amenaza para los monos narigudos (Nasalis larvatus) de Borneo.

En América Latina, las plantaciones de palma se han extendido en varios países, sobre todo en zonas donde hay importantes reservas de bosques tropicales, según un reporte Mongabay Latam

La expansión de este cultivo que tarda cuatro años en alcanzar la madurez, después de los cuales produce racimos de frutos rojos, los cuales pueden procesarse para obtener aceite que se utiliza en productos como jabón, maquillaje, margarina, dulces, algunos alimentos procesados y biodiesel.