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Proyecto Colibrí y los 13 radares lucharán contra el narcotráfico

ESTRATEGIA. Con el objetivo de controlar las rutas de drogas via área desde noviembre Bolivia formará parte del proyecto Colibrí, financiado por la UE. La instalación de 13 radares ayudarán de igual manera el la lucha contra el narcotráfico.

Desde noviembre Bolivia formará parte del proyecto Colibrí, una iniciativa financiada por la Unión Europea (UE) y cuyo objetivo tiene la Vigilancia y Control de la Aviación General en la ruta de drogas, está información fue dada a conocer en días pasados por el Ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo.

“Desde noviembre seremos parte de este gran proyecto para el intercambio de información, operaciones conjuntas, capacitación técnica y otros”, explicó la autoridad sobre el proyecto que es parte del Programa sobre drogas y precursores de la Secretaría de la Organización Mundial de Aduanas (OMA).

Para conocimiento, la aviación general es toda aquella actividad civil que no sea el transporte comercial, es decir, utiliza aeródromos secundarios sujetos a controles administrativos poco o nada. Sujeción a medidas de seguridad y mecanismos de inspección menos rígidos que el transporte aéreo comercial.

El proyecto se lo diseñó para hacer frente a las  “ventajas que ofrece al crimen organizado” la Aviación General (AG). En su página digital illicitflows.eu informan que la AG ofrece ventajas como un medio de transporte rápido y eficaz, que cubre largas distancias utilizando aeropuertos pequeños poco vigilados; también usa dispositivos a veces sin transpondedor y con alta capacidad de carga, factores propicios para actividades clandestinas; y vuelos privados con controles menos estrictos en los aeropuertos internacionales.

En días pasados, Del Castillo se reunió en Bélgica, con el subsecretario General de la OMA, Kunio Mikuriya, y el coordinador del proyecto Colibrí, Lorenzo Martinez Fernández.

INSTALACIÓN DE RADARES

El fin de semana se conoció que en Bolivia ya operan 13 radares, de los cuales siete son de uso militar para combatir ilícitos como el narcotráfico, informó el ministro de Defensa, Edmundo Novillo, quien a la vez explicó que dos “corredores” de vuelos ilegales fueron identificados y la labor de control con los aviones K-8 estará en estas zonas, para detectarlos, obligarlos a aterrizar y en última instancia, de forma excepcional, derribarlos de darse el caso.

“Hay corredores que se han establecido, y estos corredores están en el lado norte y sur (de Bolivia), entonces, a partir de estas detecciones ya se tiene que planificar las operaciones, precisamente, de detección, interceptación y lógicamente de hacer todo el trabajo para obligarlo a  aterrizar en el aeropuerto más cercano”, explicó en entrevista en Bolivia Tv.

Los 13 radares de última tecnología están emplazados en 22 sitios estratégicos de Bolivia y demandaron una inversión de 196 millones de euros. Algunos forman parte del Sistema Integrado de Defensa y Control de Tránsito Aéreo (Sidacta).

Fuente Ma. Isabel Pedriel