El misterio detrás de las devastadoras lluvias que han cobrado más de 100 vidas en febrero del 2022 en Brasil encuentra una pista en los llamados “ríos voladores”.
Los estudios identifican flujos aéreos de vapor de agua, provenientes del Atlántico tropical y alimentados por la humedad amazónica, son los responsables de las intensas precipitaciones, descontroladas por la desforestación de la amazonia.
Estos “ríos voladores” son masas de humedad que viajan sobre el Amazonas hasta toparse con los Andes, provocando lluvias a más de 3.000 km de distancia, abarcando regiones en Brasil, Uruguay, Bolivia, Paraguay y norte de Argentina. A unos dos kilómetros de altura, estos corredores atmosféricos pueden transportar cantidades equiparables al caudal del Amazonas. El estudio de este fenómeno podría ser clave para comprender y anticipar las lluvias extremas en la región.