Rusia recluta en Ucrania y esta impulsa producción de armas
El contraalmirante Vladímir Tsimlianski, el jefe de Organización y Movilización del Estado Mayor General ruso, informó ayer que el nuevo llamado a filas de 2023 comenzará el 1 de octubre y abarcará todas las regiones del país, «incluidas las nuevas», en alusión a las regiones ucranianas anexionadas: Jersón, Zaporiyia, Donetsk y Lugansk.
El presidente ruso, Vladímir Putin, firmó ayer el decreto de reclutamiento afecta a 130.000 jóvenes entre 18 y 27 años. Tsimlianski intentó zanjar los temores de que los reclutas pudieran ser enviados al campo de batalla, al señalar que no cumplirán su servicio «en las nuevas regiones».
Además, trató de disipar cualquier inquietud con respecto a una nueva movilización en Rusia, como la decretada en septiembre del año pasado, al señalar que el número de interesados en firmar contratos con las Fuerzas Armadas y de voluntarios, «es suficiente para cumplir las tareas encomendadas» en Ucrania.
El anuncio fue hecho en vísperas del aniversario de la anexión de estas cuatro regiones ucranianas, que no están bajo control total de las fuerzas rusas y son a día de hoy escenario de cruentas batallas.
Ucrania reaccionó inmediatamente: Petró Andriyushchenko, asesor del alcalde de Mariúpol, ocupada por el Ejército ruso, alertó a los residentes de estas regiones de que, «pese a las mentiras de Putin, es un hecho probado que los reclutas también son enviados al frente».
En tanto, Ucrania apostó ayer en el primer Foro Internacional de la Industria de Defensa celebrado en Kiev por impulsar la coproducción de armas en su territorio con sus aliados occidentales para seguir cubriendo sus necesidades militares. Este evento reunió a más de 160 empresas de 26 países.
El propio jefe de la Alianza Atlántica aseveró hoy durante su intervención por teleconferencia en el evento que «solo con coraje no se detienen los drones, solo con heroísmo no se interceptan misiles».