El economista Joshua Bellott expresó que las medidas adoptadas por el gobierno hasta el momento, para reactivar la economía son meros «parches» que no abordan los problemas fundamentales del país.
Según Bellott, estas medidas se implementan más para preservar un sistema que beneficia a la mayoría de los bolivianos solo en apariencia, sin generar beneficios reales para el crecimiento económico.
En su análisis, destaca que el modelo instaurado en Bolivia desde 2006 se ha centrado en la inversión público-privada, los gastos familiares y el consumo, pero no ha favorecido al 90% de la población.
Bellott señala que la demanda interna, impulsada por el consumo del gobierno y la inversión pública, ha sido crucial para el crecimiento económico, pero a expensas de la gran mayoría de los bolivianos. Al referirse a datos específicos, menciona que la inversión pública ha experimentado un crecimiento del 80%, pero su contribución al Producto Interno Bruto (PIB) es mínima, lo que indica un modelo que ha perjudicado los ingresos y la inversión de la mayoría de los ciudadanos.
SE REQUIEREN CAMBIOS ESTRUCTURALES
En cuanto al consumo, destaca que el gasto público ha aumentado en un 11%, pero el consumo de las familias ha disminuido en un -1,2%, revelando problemas estructurales y un empobrecimiento generalizado. Bellott sostiene que se necesitan cambios estructurales reales, que implicarían aumentar la participación de los agentes económicos en la economía para revertir la situación.
El economista advierte sobre posibles efectos adversos, como la escasez de dólares y hidrocarburos, que podrían profundizar la crisis. “Se requieren transformaciones significativas para cambiar la realidad económica de Bolivia”, concluyó.