Trump y la conexión con la «mayoría silenciosa» de EE. UU
REGRESO.- El expresidente ha representado una anomalía en la política estadounidense de las últimas décadas y, contra muchos pronósticos y una condena por un delito grave, Donald Trump regresará a la Casa Blanca desde el 20 de enero de 2025.
El ex presidente Donald Trump no sólo logro una abultada victoria frente a Kamala Harris, además, su partido controlará al menos una Cámara del Congreso: el Senado, lo que se suma a una Corte Suprema, con mayor tendencia conservadora tras su pasada Administración, lo cual dibuja un panorama de tranquilidad para implementar su agenda
Donald Trump ha conseguido una victoria decisiva en un país profundamente dividido. Su regreso a la Casa Blanca, para algunos inesperado y para otros inevitable, se produce cuatro años después de su derrota en las urnas, la cual nunca reconoció públicamente.
Tras sortear un proceso de impeachment, una condena por 34 delitos graves y sobrevivir a dos intentos de asesinato, Trump vuelve a ocupar la Oficina Oval y se convierte en el presidente de mayor edad en asumir el cargo, a los 78 años.
LA MAYORIA SILENCIOSA
La noche del 3 de noviembre de 1969, el entonces presidente Richard Nixon se dirigió al país en cadena nacional, apelando a lo que llamó la «mayoría silenciosa» de estadounidenses: aquellos que no se habían unido a las protestas contra la guerra de Vietnam, ni a la contracultura, ni a las manifestaciones públicas. “Esta noche, a ustedes, la gran mayoría silenciosa de mis compatriotas estadounidenses, les pido su apoyo”, expresó Nixon.
El término «mayoría silenciosa», tan popularizado como controvertido, ha sido adoptado por sectores conservadores y algunos regímenes totalitarios para describir a grupos que rara vez se manifiestan públicamente pero que se hacen sentir en las urnas. Desde la dictadura de Franco en España hasta diversas generaciones de movimientos conservadores en el mundo, muchos han encontrado en este concepto un respaldo para sus causas.
Los recientes resultados electorales en Estados Unidos, que otorgan una segunda oportunidad a la administración republicana contra pronósticos y sondeos que apuntaban a un empate técnico, con una leve ventaja para Kamala Harris, invitan al análisis de los factores de esta victoria: entre estos, destacan el discurso y sus formas y, según analistas, una «desconexión demócrata» con sectores de sus bases tradicionales.
ES LA ECONOMÍA
Para varios analistas demócratas y republicanos consultados, Trump logró poner a la economía, la migración y los trabajadores en el centro del debate electoral, por lo menos en el discurso: «Es simplemente la economía. Ellos (los demócratas) pensaron que solamente por ser mujer, Harris tendría asegurado muchos votos, pero contrario a eso, las mujeres, los hispanos y los votos jóvenes tuvieron que ver con este triunfo» afirma desde Orlando, Florida, la estratega política republicana, Bertica Cabrera Morris.
Los datos proyectados por AP, muestran que el republicano avanzó en varios frentes considerados demócratas en otros tiempos: Trump recortó la ventaja entre mujeres, un grupo en el que obtuvo más de 15 puntos de ventaja en 2020 y en esta baja a 5 puntos. Igualmente, la batalla por el voto joven se tiñe de rojo: hay un aumento en al rededor de 9 puntos entre hombres y mujeres de 18 a 29 años.
El aspecto más destacado de la campaña de Trump consistió en moderar su discurso y centrarlo en las preocupaciones de todos los estadounidenses, esto según el analista político Hernando Amaya, quien vive en Nevada. «Donald Trump vendió un mensaje de esperanza en economía (Trump Will Fix It, Trump lo arreglará) y el ‘peligro’ de una inmigración desproporcionada y sin control, todo eso fue aprovechado. Y su mensaje confrontativo y de miedo surtió efecto» añade.