
Ucrania afirmó ayer sábado que un “bombardeo masivo” con misiles rusos alcanzó su territorio y que fue lanzado desde Bielorrusia, un aliado del Kremlin que, pese a proporcionar apoyo logístico a Moscú, no está oficialmente implicado en el conflicto, que entró en su quinto mes.
“Un bombardeo masivo de misiles impactó en la región de Chernígov”, indicó el mando Norte de las tropas ucranianas. “Veinte cohetes apuntaron contra el pueblo de Desna, lanzados desde territorio de Bielorrusia, también desde el aire”, agregó, añadiendo que los ataques impactaron en infraestructuras, pero sin dejar víctimas. Aunque no participa en el conflicto con Ucrania, Bielorrusia ha proporcionado apoyo logístico a las tropas de Moscú, especialmente en las primeras semanas de la ofensiva rusa, que inició el 24 de febrero.
“El bombardeo de hoy está directamente relacionado con los esfuerzos del Kremlin en atraer a Bielorrusia a la guerra en Ucrania como cobeligerante”, afirmó en Telegram la dirección general de los servicios de inteligencia ucranianos, dependiente del Ministerio de Defensa. El ataque se produce antes del encuentro ayer sábado entre el presidente ruso, Vladimir Putin y su homólogo bielorruso, Alexander Lukashenko, en San Petersburgo. Los aliados occidentales de Ucrania, en cambio, se reunirán a partir de hoy domingo en una cumbre del G7 las mayores economías mundiales en Alemania. Y ante un conflicto que corre el riesgo de prolongarse en el tiempo, los miembros de la OTAN, de la que Ucrania no es parte, se reunirán en Madrid la próxima semana.