Bolivia vive en la incertidumbre energética por caída de reservas

RESERVAS.- Bolivia  no tiene reservas de gas probada y certificadas como establece la Ley 3740 que ordena  que cada 1 de enero de cada año el Gobierno debe presentar el estado de sus reservas.

El senador Fernando Vaca, de la agrupación política Comunidad Ciudadana (CC), ha expresado su preocupación sobre la falta de reservas certificadas y probadas de gas en Bolivia. Según la respuesta oficial del Gobierno a una petición de informe escrito solicitada por parlamentarios, la empresa encargada de certificar las reservas aún no ha concluido su trabajo.

“Lastimosamente seguimos caminando sin certeza. Las reservas en nuestro país aún no han sido certificadas definitivamente. La Ley 3740 indica que la certificación es obligatoria cada 1 de enero de cada año,” señaló Vaca. “Sin embargo, el Gobierno ha indicado que desde 2021 no hubo licitaciones y, aunque en 2022 se realizó un estudio, los datos fueron maquillados. Este año se contrató a una empresa, pero su trabajo sigue en proceso, por lo que no pueden proporcionar datos concretos sobre nuestras reservas de hidrocarburos.”

Esta situación impide realizar análisis concretos sobre la capacidad de los pozos petroleros y de gas del país. El gobierno afirma que Bolivia cuenta con alrededor de 223 pozos de gas y 103 de petróleo, pero no se tiene información certificada sobre la capacidad de producción de cada pozo y campo. Según Vaca, esto genera dudas y problemas adicionales.

DEUDAS DE YPFB

Basándose en datos preliminares, Vaca subraya la necesidad de un análisis profundo por parte de expertos en hidrocarburos y economía. Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) enfrenta una deuda significativa que, según información entregada en mayo de 2024, asciende a casi 330 millones de dólares con diferentes proveedores y contratistas. Esta deuda incluye pagos por operaciones de contratos, combustible y servicios de logística y transporte.

A pesar de que el Gobierno afirma estar pagando paulatinamente esta deuda, la situación financiera de YPFB es preocupante y afecta directamente la disponibilidad de combustible en el país, generando escasez y especulación.

CRECIMIENTO DE LA IMPORTACIÓN DE CARBURANTES

El año pasado, Bolivia importó alrededor de 3 mil millones de dólares en carburantes, incluyendo gasolina y diésel, así como aditivos e insumos para su producción. En total, se importaron aproximadamente 3085 millones de litros de combustible a un costo promedio de 6,65 bolivianos por litro, mientras que se vendió a 3,47 bolivianos, lo que representa una subvención insostenible.

Para 2024, las proyecciones indicaban una disminución en la importación de combustibles a 2736 millones de litros, con un costo estimado de 2.378 millones de dólares. Sin embargo, la sobredemanda y la falta de control sobre el contrabando y desvío de combustible han llevado a un panorama contradictorio, donde la especulación y la escasez siguen siendo problemas persistentes.

La incertidumbre en torno a la certificación de reservas y la sostenibilidad económica del sector energético requieren una atención urgente y un análisis exhaustivo por parte de expertos para trazar un camino viable para el futuro energético del país.