La crisis hídrica que sufre Bolivia demanda acciones urgentes

PRESERVACIÓN.-  El agua en Bolivia está mal gestionada y sobreexplotada porque no se protegen los acuíferos, y hay contaminación. No se ha potenciado la provisión de agua en las grandes ciudades donde vive el 80 % de la población boliviana.

El ingeniero hidráulico Juan Carlos Sauma, con motivo del Día Mundial del Agua celebrado cada 22 de marzo, señaló que el país atraviesa una grave crisis hídrica, especialmente en regiones como la Chiquitania en Santa Cruz y  municipios del Chaco y los Valles. La situación más alarmante se vive en Potosí, Sucre y La Paz.

EL AGUA ESTA MAL GESTIONADA

Sauma resaltó la importancia vital del agua dulce, un recurso que, lamentablemente, está siendo mal gestionado y sobreexplotado. La creación de un Día Mundial del Agua subraya la urgente necesidad de concienciar a la población sobre este tema crucial.

Es esencial comprender que el agua no solo es necesaria para beber, sino también para la producción de alimentos y otros usos esenciales. Sin embargo, su disponibilidad se ve amenazada por la contaminación y la destrucción de los ecosistemas que la sustentan, como los bosques y áreas protegidas.

Sauma enfatizó la importancia de actuar con responsabilidad y pensar a largo plazo. “La falta de una visión a futuro y de políticas efectivas está exacerbando la crisis actual y poniendo en riesgo el abastecimiento de agua para las generaciones venideras”, expresó.

ES NECESARIO UN CAMBIO DE MENTALIDAD SOBRE EL AGUA

Se hace necesario un cambio de mentalidad tanto a nivel institucional como individual. La planificación adecuada, la eficiencia en el uso del agua y la protección de las fuentes hídricas son aspectos fundamentales que deben abordarse con urgencia.

Sauma también señaló la necesidad de concentrar los esfuerzos en las áreas urbanas  donde se concentra el 80 %  de la población. La inversión en infraestructuras y la reducción de pérdidas en la distribución de agua son medidas prioritarias para garantizar un suministro adecuado en las ciudades.

El experto cree que la crisis hídrica en Bolivia requiere una respuesta integral y coordinada. Es hora de dejar de lado la inmediatez y adoptar un enfoque más sostenible y a largo plazo hacia la gestión del agua. Solo así podremos asegurar un futuro próspero y equitativo para todos.