Bolivia enfrenta desafíos en la producción de trigo, maíz y arroz

ALIMENTOS.- Pese a los discursos de soberanía alimentaria Bolivia tiene déficit en tres productos básicos de canasta familiar.  La producción nacional de maíz, arroz y trigo no cubren la demanda nacional y estamos lejos de lograr la soberanía alimentaria

En medio de la preocupación por la seguridad alimentaria del país, los cultivos de trigo, maíz y arroz continúan siendo deficitarios, mientras el Estado aún no implementa programas de producción efectivos. Demetrio Pérez, dirigente de los pequeños productores, ha expresado su preocupación por la falta de políticas públicas que impulsen estos rubros, especialmente el arroz y el maíz, los cuales sufren de bajos precios en el mercado nacional debido al contrabando.

LOS TRES PRODUCTOS DEFICITARIOS

Respecto a la producción de trigo solo se satisface al 30% de la demanda nacional, el resto, es decir un 70%, es importado de otros países, principalmente de Argentina.

«Pese a nuestras demandas por mejores precios y políticas de reactivación, el Estado aún no ha respondido adecuadamente. La situación es crítica, especialmente en lo que respecta al trigo, donde el riesgo es mayor, especialmente en regiones como Santa Cruz, que enfrenta vientos huracanados en los meses cercanos a septiembre», declaró Pérez.

Según los datos oficiales, respecto al arroz, antes de 2023 Bolivia cosechaba alrededor de 412.138 toneladas de este grano. Tomando en cuenta que la demanda interna es de 475.407 queda un déficit de más o menos 63.000 toneladas

Respecto al maíz la situación es mucho más critica porque la demanda interna es de 1 millón 300 mil toneladas y la producción este año será solamente de 500 mil toneladas quedando un déficit de 800 mil toneladas. Este grano es vital para la producción de proteína animal, carnes, huevo y leche

NO HAY INVERSIÓN EN INVESTIGACIÓN PARA LIBERAR NUEVAS VARIEDADES CON MAYOR RENDIMIENTO

Uno de los principales obstáculos es la falta de inversión en investigación para desarrollar variedades resistentes a enfermedades y condiciones climáticas adversas. «La investigación es fundamental para garantizar la resistencia de los cultivos y minimizar los riesgos. Sin embargo, esto requiere una inversión considerable y a largo plazo, que hasta el momento no se ha realizado de manera adecuada», agregó Pérez.

La temporada de siembra está llegando a su fin, y la falta de políticas claras y de incentivos para los agricultores podría tener consecuencias negativas en la producción de este año. «Es fundamental que el gobierno tome medidas concretas para impulsar la producción agrícola y garantizar la seguridad alimentaria del país. No podemos seguir improvisando y esperando resultados diferentes», enfatizó Pérez.

Ante este panorama, los agricultores instan al gobierno a tomar medidas urgentes para mejorar la situación de los cultivos de trigo, maíz y arroz. La falta de acción podría agravar aún más la situación y poner en riesgo la estabilidad alimentaria de Bolivia en el futuro próximo.

Source Marcelo Huanca Dorado